miércoles, 2 de marzo de 2011

Emprendedores y Paradigmas


Emprendedor se nace o se hace… Una visión macro nos indica que la vida en sí misma es un gran emprendimiento, donde todos somos emprendedores. Sólo nos diferenciamos en los esquemas mentales en los que se basa nuestro comportamiento y en los valores que profesamos.

Un emprendedor es un peregrino colaborativo, un negociador, un intrépido que se anima a dar un paso más hacia lo desconocido, un ávido explorador en tierras inciertas o también muy andadas, un buscador muy preciso, el que tira la lanza y el que apuesta por lo que viene aunque nadie lo ve.

Un emprendedor exitoso es para mi, aquél que cumple con gran parte de la definición anterior pero hace mediciones periódicas de cada uno de sus pasos, armando un árbol de derivación “dinámico”, mientras testea segmentos en un entorno continuamente cambiante, y hasta se anima a desestabilizarlo un poco más, sólo para darle emoción.

Pero acá es donde hay una línea muy clara que divide las aguas entre los emprendedores exitosos del viejo modelo –la gran mayoría- y los emprendedores exitosos del nuevo paradigma… ¿qué es lo que se trae éste último grupo?... Bueno precisamente ellos son los que “fanfarronean” –ante la vista ajena- porque están listos para lo que se viene, crean mundos a la velocidad de la luz, porque se ocupan “de quitar dolor” o “hacen feliz a alguien”. Ellos son los disruptivos, son los que están promoviendo ideas-proyecto, los que se codean con las nuevas unidades de negocio que no tienen problemas de masa crítica.

Ahora bien… Todos quieren estar dentro de este último grupo, pero ¿acaso es fácil saber cuáles son esas nuevas unidades de negocio que no tienen problemas de masa crítica?

Foto vía:flickr

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